Los Tebeos que me Rescataron

Bueno, pues ya avisé cuando abrí este blog que la cosa iba a ir lenta... que sería un blog tranquilo, dedicado a comentar las lecturas que fuera haciendo y que, por una u otra razón me apetaciera reseñar (que no son todas). Resulta que llevo un tiempecito que no comento ningún comic, son pocos los que leo, es cierto, debido a unos traslados que estoy llevando a cabo. Primero, involuntario, me cambiaron de lugar de trabajo y segundo, totalmente voluntario, un cambio de casa que me llevará a estar algunos meses sin internet (ya os lo haré saber)
De momento, y hasta que esto ocurra, se me ha ocurrido reseñar aquellos tebeos que me recuperaron para el mundo del comic.

Hacía bastantes años que me había apartado casi definitivamente de la historieta, salvando algún Superlopez, Asterix o Daredevil que, entre sudoku y sudoku, entre novela histórica y algún Bestsellers de esos que "hay que leer", entre algo de teatro y alguna biografía o algún relato histórico, leía para entretenerme mientras esperaba que algún cliente entrara en la tienda que regentaba.

Había sido yo un gran lector de tebeos en la infancia y preadolescencia, influenciado por mi madre y por las largas esperas nocturnas en las que permanecíamos tumbados en su cama, leyendo superhumor y DDt, esperando que mi padre volviese de la diálisis a la que le condenaba su insuficiencia renal un día si, uno no. A pesar de lo cruel de una enfermedad crónica como esta, que como una espesa niebla envolvía cada decisión familiar, recuerdo esa época como una etapa feliz en mi vida y como uno de los mejores recuerdos que mantendré siempre de mi madre...lo grande de las pequeñas cosas...

Más tarde vinieron los superheroes y los paseos al Rastro de Madrid cada domingo a por nuevas lecturas, mis cajones se empezaron a llenar de comic de la Marvel (principalemte) y de repente, sin saber como, la afición empezó a perder interés en pos de otras que se volvieron más atractivas... digamos que la adolescencia me apartó de los tebeos...

Hacía siglos que no compraba un tebeo y tenía la creencia que la lectura de estos tenían poco que ofrecerme. Fui a casa de mis padres, cogí todos los tebeos que tenía por allí, y sin pensármelo dos veces los puse en venta en Ebay.
Mientras controlaba como la gente pujaba como loca por mi colección completa de El Capitán América vi un título que, aún no se porqué, llamó poderosamente mi atención. Tanto, que lo compré. Wild Bill Ha Muerto de un tal Hermann.
Cuando lo leí, cuando lo miré, aún no siendo uno de los mejores títulos del comic europeo (como, por suerte, pude percatarme más adelante) redescubrí por que los comics me habían acompañado desde siempre y lo equivocado que estaba con respecto a estos. Aún podían ofrecerme más, mucho más, gracias a este nuevo camino que había encontrado y que hasta ahora no conocía: La BD y la llamada Novela Gráfica.

Otros títulos vinieron después, muchos de ellos gracias a la gente que me aconsejaba desde varios foros de internet. (Gracias)
Bien, he pensado que sería interesante reseñar alguno de esos títulos tal y como lo hago con comics más actuales. Con las subsecciones habituales de este blog.
Pronto (o no tanto) el primer título.

Un saludo.